Ansiedad: ¿reacción normal o enfermedad?

 Ansiedad: ¿reacción normal o enfermedad? 

Ansiedad, miedo y estrés: ¿son la misma cosa? 

No. Si bien son términos que a menudo se utilizan para designar el mismo tipo de reacción, y, por otra parte, una reacción puede estar englobada dentro de la otra en algunas circunstancias, significan cosas diferentes. Llamamos estrés a la reacción por la cual el organismo se coloca en estado de máxima alerta, generando una serie de modificaciones psicofísicas (tensión muscular, taquicardia, atención aumentada, aceleración del ritmo respiratorio, etc.) para afrontar diferentes situaciones de demanda. La reacción suele ser la misma ante diferentes tipos de estresores (estresores = situaciones capaces de generar estrés). Es un tipo de reacción, más o menos primitiva, que compartimos con el resto de los integrantes del reino animal puesto que generalmente no participan áreas superiores de la corteza cerebral (que se encuentran solo en el cerebro humano).





 Por ejemplo, si una persona está trabajando muchas horas con intensidad, sometida a una gran presión, es de esperar que con el correr de los días comience con una serie de síntomas, tales como aceleración de los latidos del corazón, contracturas musculares, nerviosismo, irritabilidad, dificultades para concentrarse, trastornos del sueño, etc. Todas esas manifestaciones ocurren como consecuencias del estrés y, entonces, el sujeto debería tomarse un descanso (vacaciones), para que, al suspender el estímulo que generó el estrés (la sobrecarga laboral), el funcionamiento del organismo vuelva a la normalidad.

 El miedo implica, en cambio, además de las manifestaciones corporales, un conjunto de comportamientos y emociones que se observan y experimentan cuando un organismo se enfrenta a situaciones de riesgo o amenaza. Es decir, aparecen cambios orientados a evitar la situación atemorizante o, si no hay escapatoria, enfrentarla. Por ejemplo, vamos caminando en la noche por una vereda oscura. 

Un individuo que camina por la vereda de enfrente cruza hacia nosotros en actitud sospechosa. Nuestro corazón se acelera, la respiración se agita, quizá experimentemos una sensación de mareo o visión borrosa. Son señales, síntomas muy similares a los del estrés, provocados en ese contexto por el miedo, cuya función es que nos demos cuenta de que podríamos estar en peligro.

 La ansiedad, por su parte, es un tipo de reacción bastante más evolucionada, que solo experimentan los humanos, puesto que implica pensamientos, comportamientos, reacciones fisiológicas y experiencias emocionales que presenta el hombre ante 14 situaciones de conflicto (necesidad de tomar decisiones o desarrollar acciones en las que hay más de una alternativa potencialmente correcta).

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